Lo que nos toca!. 15/05/2020.

Sigue tenso el clima espiritual en mi entorno, o talvez siempre fue igual solo que en cuarentena, la presencia continua en el mismo ámbito nos delata, lo que nunca quise asumir: no estamos hechos el uno para el otro!. No son tiempos para enredarse en deducciones emocionales, a todos nos pesa el oscuro futuro o para algunos simplemente, el final del futuro; por lo cual prefiero asumir que fue obra del cruel destino, o en el peor de los argumentos astrofísicos, un accidente de luz y hormonal. Siguiendo con mi vieja táctica de no enfrentamiento, ya que siempre pierdo, le busco la vuelta para mantener la distancia suficiente para evitar cortocircuitos neuronales; al contar con dos unidades habitacionales separadas en el mismo domicilio, voy alternando los distintos climas; cumpliendo con mi horario laboral home office, me da posibilidad de desayunar, tomar medicamentos, escuchar mi música preferida según el ánimo, en perfecta armonía, pero solo!. Luego de unas pocas horas en ideal entorno: trabajo, esparcimiento, comodidad, sonidos controlados; llega el cambio brusco.
_Ay, se me hizo tarde!, porqué no me despertaste con vos?.
_Si te llamé!, te diste vuelta y dijiste, ya me levanto!.
_Ah, pero si vos sabes que me cuesta levantarme!, porqué no me sacudiste?.
_No sé!, para que no me putees.
_Andá a cagar, cuando te puteo, es con razón!.
Es cuando se produce un corto silencio, donde presumo que mis neuronas en ardua conectividad, enfrentadas en órdenes de instinto animal, no deciden si impulsar mis músculos corporales para lanzarme sobre su cuello, o un rápido y furioso a los masticatorios para que cierre mi boca hasta que pase el temblor!; y evitar el desencadenamiento del bucle discusión Achaval/Hernandez que nunca tiene final feliz.
Bien entrada la tarde, le recuerdo que tenemos reunión coral por Zoom a las 19 horas y que no repasamos nada la partitura de “La Vieja”; tarea que nos había encomendado el director. Automaticamente se dispara su desesperación instintiva; no se acuerda nada de lo que vimos hace una semana y ya se dio cuenta que por chat, cuando te habilitan el micrófono, no puede hacer mímica, tik tok, o el conocido pescadito; justo en esos momentos estaba abocada a su proyecto tierra/macetas y para no dejar todo a medio terminar, le dio mas velocidad a sus tareas y parecía una hormiga negra acarreando elementos ante un posible diluvio!.
_Ay, a que hora es el ensayo?.
_A las 19 te dije.
_Donde dejaste las partituras?.
_Vos la guardaste!, acordate que me dijiste que yo pierdo todo.
_Ay, pero vos no viste donde las guardé?.
_Seguramente las dejaste arriba el teclado, donde te dije que no apoyes nada!. Obvio que ahí estaban las benditas partituras, cagandose de risa por nosotros!.
Comienza la sesión y como en las viejas clases de secundaria, que estudiábamos en el recreo anterior, ella seguía repasando el audio en otra compu; el director nos pone al tanto de los últimos acontecimientos, nuevos proyectos virtuales y larga la serie de prácticas cuerda por cuerda; nos comenta lo bueno de este forzoso sistema virtual: mientras uno escucha las partes, con el micrófono cerrado, los demás podemos repasar lo nuestro sin molestar!; pero claro, no es nuestro caso en particular; tenemos que conectarnos con un solo dispositivo, de lo contrario se producen acoples molestos, así que no podemos cantar juntos sin molestarnos, algo muy natural en nosotros desde que nos conocemos: aunque estemos en lo mismo, en el mismo lugar, con la misma premisa, con el mismo fin, con el mismo nivel de libido, con igual expectativa, nos molestamos!.
Conecto su celular a el mismo chat y voy hasta el dormitorio; también le molesta, es que nuestro matrimonio, va mas allá de un simple contrato social; es hasta que la muerte nos separe; por lo tanto ruego a quien corresponda: no me separen de ella!.
Así llevamos el día a día, disfrutando las 24 horas juntos; pues a pesar de todo, es lo que nos toca, y podría ser peor!.

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