Ofrezco Kombi VW con freezer. 30/05/2007

Con mi Maraca, ya van como tres inviernos que lidiamos en equiparar las temperaturas del habitáculo de motor a cabina de pasajeros, pero normalmente “ella”, como toda mujer, hace lo que se le antoja!. Normalmente, su sistema de calefacción funciona de maravillas en verano y acondiciona, por debajo de la temperatura ambiente, solo en invierno; es casi una norma tomada de las leyes de Murphy: el día mas frío del año, irremediablemente debo viajar en mi kombi por la noche; lo asombroso o escabroso, es sin lugar a dudas, que está muy bien diseñado el sistema de calefacción para un motor boxer refrigerado por aire, para soportar las bajas temperaturas de su Alemania natal; pero en inviernos por nuestra pampa húmeda, no es suficiente ni para adecuar el habitad de un oso polar; se entiende, el secreto sigue siendo la edad!, como todo viejo por mas que añore sus años jóvenes, cada día le cuesta mas levantar la temperatura ideal. 

Por lo tanto, junto a mi Gallega, acabamos de romper un nuevo record, viajamos 100 kms. en el día de ayer con temperatura exterior de 3° e interior de –3°, con sensación térmica de –10°, equipados con abrigos para esquimales, espíritu de navegantes de un rompehielos, destino asumido de kamikazes; poniendo en practica su “danza del frío”, una rutina consistente en: colocar sus pies en valet, juntar sus manitas en su entre piernas, encoger sus hombros, poner cara de chupar limones con labios paspados y sacudiendo su abundante cabellera en variadas direcciones repetir la frase; “que friiiioooo”, no es divina?.

Ya superado la difícil y arriesgada prueba límite, ofrezco nuestra Kombi VW con freezer para: adiestramientos de grupos militares con bajos recursos en equipamiento; sadomasoquistas deseosos de explorar nuevos horizontes; religiosos pecadores con el deber de flagelarse para lavar sus culpas; a pesados amigos con el fin de festejar alguna despedida de soltero; cumplir alguna venganza con esos parientes que siempre viajan de prestado; esos exagerados de siempre que ambicionan demostrar su hombría, etc..

Sin más que ofrecer, que un verdadero motivo para sufrir, les dejo la siguiente paradoja: ¿que importancia tiene probar el hielo, para poder disfrutar el fuego?, (si, ya sé, no tiene nada que ver, es que mi cerebro aun no se recupera).



Los Vacunáo