Sol y Luna. 15/09/1973

Desde nuestra niñez, cuando ya veía a mis compañeras de curso desarrollarse físicamente, siempre tuve predilección por dos de ellas; disfrutaba solo mirarlas, obvio que yo para ellas era invisible, inexistente!; pero no importaba, a esa edad es fácil soñar y solo duele cuando te despiertan a los gritos o golpes. Imaginaba historias, cuentos, donde siempre eran participantes de lujo; cumplían totalmente el ideal físico de mis predilecciones, flacas, alegres, hiperactivas; Sol era rubia, Luna de cabello negro, muy amigas e iban juntas todo el santo día!; era casi imposible no encontrarlas juntas; se sentaban una detrás de la otra, formaban fila en el mismo orden, lo que hacía mucho más fácil contemplarlas disimuladamente y bajar la mirada rápidamente cuando por casualidad una de ellas dirigía la mirada hacia mi ubicación!; algo que aún recuerdo, era su rutina de juego en recreos o formando fila: boxeaban como dos gatas, sin pegarse, pero desarrollando una danza divertida que me entretenía varios minutos.
Siempre mi timidez extrema me mantuvo a distancia prudencial de ellas; contradictoriamente soñaba que mi destino provocara la coincidencia de tiempo y espacio, en algún baile de fiestas patrias, participación de las fiestas de fin de curso, donde por obligación me ubicaría a poca distancia de ellas; nunca se dio, eran épocas donde los niños jugábamos juegos masculinos y las niñas, femeninos; hasta era raro compartir el mismo espacio, que no fuera el salón de actos o de dictado de clases. Una sola vez, ya terminando el ciclo de escuela primaria, para emular un concurso de baile, Sol preguntó:
 _Paco, vos sabés bailar?.
Obvio, que ni sonido me salió, solo atiné el clásico movimiento de cabeza como negativa!.
_Ah!, no digas que no sabes; vení que yo te enseño.
No sé como sobreviví al shock!, por unos minutos bailamos o mas bien caminé tan cerca, que podía sentir su respiración; fue tocar el cielo, caminar sobre nubes, acariciar un alma!. Duró poco, ya que aburrida de bailar con un niño petrificado le dijo a otra compañera:
_Seguí vos Sele.
Me reputié solo por varias horas; no podía ser mas idiota, la oportunidad de mi vida y no pude articular una sola palabra!. Lo único positivo fue el recuerdo de su perfume, la tibieza de sus manos, que me acompañaron por varias semanas encerrado en el baño de mi casa, para desagotar toda mi libido!; de lo contrario, hubiese reventado.
Al año siguiente, comenzamos el ciclo secundario y solo seguí contemplando a Luna; Sol fue a otro colegio y no frecuentábamos los mismos espacios sociales, así que solo era mi aflicción platónica en recreos y fiestas escolares, ni siquiera nos sentábamos cerca en el salón de clases!.
Otro de los encuentros cercanos fue con Luna, por sorteo formábamos parte del mismo equipo de investigación en un trabajo colectivo y fui hasta su casa para coordinar parte del mismo; a llegar me recibe un hermano mayor, esos locos de la guerra bien locos que nunca estuvieron en combate, pero son igual de locos, que no tuvo mejor idea que jugarme una broma, gritando a su madre:
_Mami, vino el novio de Luna!.
Que me tragara la tierra en ese preciso instante, era lo mínimo e indispensable; no podía respirar y mucho menos articular palabra alguna, para negar tal afirmación pública; era inconcebible, porqué a mi?; por suerte duró poco la tortura, Luna ya rondando en romances, salió intrigada antes que su madre y a las carcajadas dijo:
_Nooooo, es Paco un compañero de la escuela!.
Recién ahí pude tragar saliva y pasamos al trabajo de investigación; igual creo que se notaba demasiado toda mi ropa transpirada, ya que cada tanto al mirarnos, no podía dejar de reírse!.
Luego fueron años, donde el aprender fue completo, no solo estudio comercial, también algo mas importante en mi vida: integrarme a un grupo normal de adolescentes!. Ya dominaba algo de guitarra, fui perdiendo muy lentamente mi torpe timidez, con mi hermano participábamos cantando en todos los actos escolares; los escenarios improvisados me soltaron bastante y practicaba oratorias de contenido social; leía todo lo que cayera en mis manos, copiando mucho al expresar ideas a mis nuevos ídolos, los cantantes de rock nacional. Pero no fue nada fácil, por esos sortilegios de convivencia, mi gran timidez se fue asociando a una supuesta carga de afeminado!; mis compañeros y amigos de la infancia, lo fueron naturalizando a mis espaldas y sin darme cuenta pasé a la fama en un entorno muy pequeño, pero bastante dañino para mis normales deseos heterosexuales.
Dentro de todas las militancias de esa época, se nos ocurrió formar un grupo de estudiantes; como para darle credibilidad organizativa, el Bicho tiró la idea de convocar a las chicas; todos reaccionamos al instante cuando el tiró el nombre de una estudiante de 1º año!, su “Adquisición”; esa era la idea, a nuestra edad no podría ser por otros motivos; casi por instinto fui el que apuntó a Luna, y me quedaron mirando raro!, no teníamos posibilidad alguna con nuestras compañeras de año; la mayoría de ellas ya lucían novios oficiales, pero sacando un as de mi manga justifiqué:
_Eh loco!, si no convocamos a mujeres de nuestro curso, va a ser muy evidente.
Así fue como en un par de recreos, encerrados en el salón de 4º año prácticamente tomado por alumnos, elaboramos la base de lo que sería la primera Organización de Estudiantes Secundarios en Bigand!. Convocamos a los designados y nos reíamos mirándonos cómplices, eran mas mujeres que varones; nos reunimos en nuestro bastión tomado y nos explayamos en loables actividades que deberíamos agendar para la Organización!.
Nos fuimos tanto de mambo, que las chicas de primero llegaron tarde a su salón y se pudrió todo; cuando apareció la portera nombrándonos para presentarnos a Dirección, sabíamos que nada bueno nos caería encima!; pero no teníamos otra opción: desertar de la escuela en un pueblo de 5.000 habitantes, era casi ridículo; afrontar las consecuencias con la conciencia limpia y con las excusas pertinentes, no podría ser tan grave!. Lo que no tuvimos en cuenta, era que por las grandes ciudades ya alumnos de ciclo secundario tomaban colegios como medidas de fuerza por reclamos estructurales. No fue fácil convencer a la Directora, que solo habíamos propuesto un grupo de ayuda escolar; tampoco podíamos mencionar el fin encubierto de los fundadores!. Casi lloramos de risa contenida, cuando nos sugirió posibles nombres para estos grupos de apoyo escolar, como: El Club de los Niños Pintores.
Salimos indemnes de aquel citatorio, jurando fehacientemente que no pensábamos tomar el Colegio y riéndonos a carcajadas a prudencial distancia de la Dirección. Fueron varias reuniones de organización, donde con la excusa perfecta siempre me ubicaba cerca de mi Diosa pagana, dándome aires de orador superado. Ni demasiado cerca para delatarme, ni tan lejos como para no disfrutar de su perfume; solo que un trágico día en su afán de preguntarme por un chisme, se me acercó a tan solo centímetros de mi rostro!; luego de superar el golpe emotivo, tratando de hacerme el gracioso le comenté:
_Por favor Luna, no te me acerques tanto!.
Mirándome sorprendida me pregunta:
_Pero, es verdad que sos tan tímido?.
En mi vida había reaccionado tan rápido verbalmente!, menos con una mujer; ni al profesor Gimbernat, con quien todos los varones teníamos algo personal y practicábamos el peligroso juego de contestarle mal y rápido!.
 _Noooo, es que tan cerca no voy a poder contenerme!.
Obvio que se rio de mi!, no tuve ni tacto para la ironía; igual disfruté el momento, la anécdota, y mas que nada superar mis congelamientos en tiempo y espacio ante una mujer!. Luego copiando a mis amigos, enfoque mis deseos a otras, algo mas probable, de menos edad que nosotros; pero aun guardo las visiones románticas en torno a Sol y Luna, que sin desearlo colaboraron con la triste realidad, de un niño tímido!.

Los Vacunáo