El Exhibicionista. 28/11/1974.

Esta última semana del ciclo, se nos dio por las fotografías grupales; en los horarios de recreos, nos juntábamos por grupo, afinidad, por curso. Por suerte mi viejo tenía una buena cámara de 36 mm, réflex; que de no ignorar alguna premisa básica de fotógrafos, no podía fallar; obvio que había de esperar casi un mes para ver las fotos reveladas, pero la emoción de atesorar ese momento irrepetible, era importante. Luego de varias fotos, al Bicho se le ocurrió una maldad!: arruinarle las fotos a los demás grupos. Nos explicaba el protocolo a seguir, donde todos teníamos que colaborar para que no advirtieran la broma. _Le decimos que nos juntamos para la foto, vos Paco prepará la cámara, yo vengo corriendo y me abro el guardapolvo. Todos nos quedamos patinando sobre cual sería la reacción y el Negro empezó a reírse: _Je je que hijodeputa, y te vas a poner en bolas?. _No boludo, queres que termine en cana!. Mañana vengo con pantalones cortos de tenis, y el guardapolvo abierto, cuando empiecen las fotos, me saco el pantalón y me quedo en slips. _Je je, no te vas animar!. _Ok boludo, mañana hablamos. Cuando vimos llegar al Bicho, a paso acelerado, saludando cual estrella de rock y en pantalones cortos, le digo al Negro: _Lo hace, el loco lo hace nomas!. _No, no se va animar!, la joda es a nosotros de hacernos creer que lo hace!. En el primer recreo nos hace señas y se va para el baño. Vuelve poniendo cara de serio y con el guardapolvo abotonado; vemos a los alumnos de primero juntándose y nos movemos tal cual lo planeado; cuando ya estaban todos posando sonrientes, viene corriendo y se abre el guardapolvo como los exhibicionistas que solo vimos alguna vez en las películas de cine. Mostraba un moderno slips floreado, que solo el tenia y se animaba a mostrarlos; la mayoría de nosotros usábamos los comunes pantaloncitos con bragueta y era todo una novedad su ropa íntima. En las primeras fotos, nadie lo notaba, solo les llamaba la atención nuestras carcajadas; pero a medida se difundía la noticia por todo el colegio, las corridas y desparramos de compañeras fue asombroso!, algunas horrorizadas se tapaban los ojos, salían insultándolo; otras reían a carcajadas y varias de sus admiradoras, no perdían la oportunidad de medir en vivo sus atributos masculinos.
El Negro, viendo que perdía la pulseada, lo toreaba: _Andá, vos no calzas tanto, te pusiste una media!. _Je je, vení boludo palpame si te animas!. Luego de varios minutos y fotos de exhibicionista, tuvo que apresurarse a calzar los pantalones cortos, ya que seguramente alguna niña ofendida ya había alertado a los profesores!. Para completar la aventura, también quiso que saque una foto sin slips; pero sin que le enfoque el rostro, lo cual nos causaba gracia y con el Negro le decíamos: _Ah boludo, mirá si alguno no se va a dar cuenta que sos vos!. _No importa, igual la foto me la quedo yo!. Pasó bastante tiempo hasta que logré juntar la plata para pagar el revelado; recién después de varios meses logré tenerlas, siempre cortando clavo de que el Laboratorio, donde la mayoría que trabajaban eran mujeres, imprimieran esa foto y me la enviaran. La guardé varios años entre mis cosas privadas, esperando el momento para cruzarnos y entregársela, pero nunca hubo oportunidad; en una de las tantas mudanzas de mi vida, la guardé con tanto cuidado para que no la encontraran mis hijos, que nunca mas la encontré!; seguramente el destino protegió al exhibicionista y al fotógrafo, haciéndola desaparecer.

Los Vacunáo