Juego que me regaló un 6 de enero (Erisipela). 06/01/2019.

El miércoles 2 por la noche, partimos en viaje a Rosario para llevar parte de nuestra familia; la ciudad nos recibió con su mejor clima: caluroso, húmedo, sin viento, lluvias intermitentes y millones de mosquitos adictos a nuestra sangre. Con aire acondicionado en el auto, era pasable, pero se empañaban los cristales del exterior, encendíamos los limpia parabrisas, la ventilación al máximo; toda una rutina desbastadora, que sumada a la conducción, era demasiado; así que en un momento bajamos las ventanillas y nos invadieron los mosquitos!; parecíamos jugando al lenguaje de señas, todos tratando de espantarlos, ya que evitarlos era imposible. Ya volviendo, siento escozor en mi pierna izquierda y sin darme cuenta me lastimo al rascarme; me insulto mentalmente, ya que justo lastimé sobre la cicatriz de la cirugía y es eso por cual me advirtieron todos los médicos, nunca tendría que pasar.
Ni bien llegamos a casa, me unté con crema desinfectante y nos fuimos a dormir; al levantarme para ir al trabajo, noto algo de dolor en la herida, mas enrojecimiento, mas temperatura y ya comienzo a preocuparme; al paso de las horas, observo se va extendiendo la zona irritada, aparecen unos puntos mas rojos que la piel y llamo a mi hermana:
_Negra, me aparecieron unas manchas rojas en la pierna, justo encima de la cirugía.
_Uy!, te pica?, tenés fiebre?, te duele?.
Así comienza el concurso de preguntas y respuestas, donde cuando acierta Daniela, es punto en contra para mi!.
_No tengo fiebre, pero esa zona de la pierna tiene más temperatura.
_Bueno, que te vea un médico Paco; mándame una foto por Whatsapp. Así lo hago, y a los minutos obtengo la respuesta:
_Parece erisipela Paco, pero mejor que te vea un médico.
Ya era tarde para visitar un médico que no sea la guardia del hospital, así que espero mañana; talvez se me pase. Ni bien me bajo de la cama, veo mi pierna más enrojecida que ayer, con más puntos rojos, siento dolor en la piel cerca del talón!; otra vez sopa!, me voy a trabajar tratando de no pensar en la herida, pero cuando la inspecciono sigo sumando preocupación.
Ni bien salgo de trabajar, voy a visitar a mi médico de cabecera, quien luego de examinarme me confirma el mismo diagnóstico que Daniela; es erisipela, pero me comenta es algo superficial y se trata con antibióticos; me receta una toma cada 12 horas, que me aplique paños fríos en la herida y si me molesta mucho, que tome algún analgésico y que mantenga las piernas levantadas en reposo. Siempre respetando el protocolo, aunque a la Gallega no le agrade, me voy a la cama a mirar TV; es la mejor forma de reposo que conozco, voy cambiando la posición para no acalambrarme, me cruzo de piernas, me vuelco de un costado y voy cambiando varias veces, hasta que me duermo. Ni bien me despierto, ya me preocupa la molestia en las dos piernas!; que carajo me pasa?, cuando miro, da la impresión de haberme contagiado justo en la pose de cruzar las piernas; el talón derecho sobre el tobillo izquierdo. Además al bajarme y asentar los pies para incorporarme, me dan puntadas en ambas piernas; no puedo creerlo!, esto sigue avanzando y vuelve a disparar mi paranoia; será erisipela o algo peor?, me afectará al corazón?, se infectarán todas las cicatrices?, me tendrán que internar otra vez?, será este el fin de todo?.
Cuando calculo que Daniela ya está levantada, la llamo:
_Negra, puede ser que me haya contagiado a la pierna sana?.
_No, no Paco, imposible!. Luego escucho el típico silencio de la duda médica y replica:
_Bueno, a vos si te puede pasar!, sos un fierro Paco, es muy difícil que se contagie por contacto, pero sucede! y con tus antecedentes, que te controlen si no tenes inflamadas las venas, o notas como un cordón debajo de la piel, pues a veces se complica.
Confirmado, si hay una posibilidad en mil, seguro me toca a mi. Como insiste en que me vea un médico, llamo al mío de cabecera; tampoco está en el pueblo, también le suena extraño que me contagie por contacto; solo que me preocupa un poco más, pues me recomienda cambiar el antibiótico si en las próximas horas se sigue extendiendo. Mientras hablo por teléfono mi Gallega observa mis piernas y empieza a gesticular como horrorizada!; hay momentos en mi vida donde replanteo lo real en la teoría de mi yerno:
_Paco, vos en otra vida seguramente fuiste un mal parido como Barrabas, Nerón, Rasputín o Hitler y como castigo te tocó esta con la Yanet!.
No se entiende; cuando ves a alguien de tu familia angustiado por alguna razón, se supone debes trasmitirle paz y esperanza como para compensarlo; nunca a los gritos meterle mas fichas de preocupación!.
_Mirá como tenés las piernas!, que esperás para ir al médico?; querés morirte?; le avisaste a la cardióloga?.
Tratando de absorber toda la paz cósmica, le cuento que el médico no está en el pueblo; le envié un mensaje a la cardióloga y no me respondió.
_Bueno, vamos de Tatin (el pediatra de la familia).
Llama al celu de Belen, la pone al tanto y luego me comunica, que tiene el consultorio lleno y es el único medico en el pueblo. Ya al borde de la incertidumbre, como siempre, termino llamando a mi veterinario de cabecera!; cuando le explique mi padecer, respondió inmediatamente:
_Voy para allá.
A los pocos minutos ya estaba dando su diagnóstico, mas tranquilizador por cierto; además de confiar en el, tanto como un hermano, siempre es claro en palabras de aliento y recomendaciones.
_Si Paco, es erisipela y te la contagiaste por contacto a la otra pierna. La verdad que somos bien fierros los dos, eh?.
_Me conviene que me internen?.
_No, así como estás ahora, seguro te dejan internado en observación sin hacerte ni siquiera un ecodoppler!; esperá a mañana, tomá el antibiótico cada 8 horas y vemos.
Recibo contestación de mi cardióloga, le envío fotos de mis piernas afectadas; luego de unas horas me comunica su consulta al cirujano cardiovascular, dejándome un poco mas tranquilo ya que no veían ninguna complicación, solo bastante mala suerte de mi parte.
En resumen, gracias a la tecnología, en solo 8 horas había consensuado un ateneo clínico con cuatro médicos y un veterinario!. Nos quedamos con la Gallega tomando mates debajo el alero, mirando llover, tranquilo, con nuestro gato siamés sobre mi falda, y en un rapto de amor apócrifo me tira:
_No se te ocurra morirte vos!.


Que cruz la mía, como si fuera tan simple esperar se cumplan deseos, con solo pensarlos; como si nuestra realidad obedece a nuestros sueños, o el genio de la lámpara se encuentra a la vuelta de la esquina. Solo nos queda enterarnos de lo que viene; y aceptarlo o no, no hace la diferencia, solo sigo disfrutando lo que me toca de vida y “Canto, que aunque sin rey mago, sigo en pie”.

Los Vacunáo