Sonoto I (6). 06/01/1975

El viaje no fue muy largo, sentado contra la ventanilla recibo algo de sol que me entibia un poco; ya se divisan las sierras de Córdoba, el típico paisaje serrano y llegando a la ciudad de Carlos Paz, pregunto: _Donde nos bajamos?. _No se, que se yo!. Tenemos que ir al camping Bahía del Gitano, dijo Cachito. _Y donde queda el camping?. _Creo que está al lado del Lago San Roque. _Pero el Lago es enorme!. _Y bueno, nos bajamos en la terminal de ómnibus y preguntamos. Así fue; llegamos a la terminal, nos bajamos rápido por miedo a que el chofer nos llevara todo el equipaje y comenzamos a preguntar como llegar al camping Bahía del Gitano. Cuando nos explicaron donde estaba el camping, nos queríamos matar!; tendríamos que habernos bajado 2 kilómetros antes, por la Avenida que llegamos; respiramos profundo, juntamos energía unos minutos; arrancamos a las 12 del mediodía con un sol bastante más fuerte y para recorrer casi 2 kilómetros y medio con los 9 bultos de equipaje. _Ah boludo, porque mierda no averiguamos antes!. Dijo el Bicho. _No falta mucho, ya estamos cerca. _Si claro, me cagaron con la bolsa de los fierros; cambiemos loco!. Con Cachito sabíamos bien cual era el peor, pero el Bicho manoteó el mas chico, pensando que era el mas liviano. _Ah loco, no veo la hora de llegar y tirarme a dormir. Todos estábamos igual, solo que por orgullo no habríamos la boca. Cachito y yo acostumbrados a caminar a paso largo, nos adelantábamos unos metros y automáticamente el Bicho nos silbaba e insultaba, para que lo esperemos. Al fin llegamos al camping, nos registramos y como no estaba muy lleno, nos dieron a elegir cualquier parcela que encontremos disponible. Comenzamos la búsqueda del lugar ideal, la sombra y declive del suelo; pero justo en ese momento se levantó una briza importante y se nubló!. No estábamos muy orientados en cuanto a los puntos cardinales, asi que encontramos un lugar donde seguramente hubo otra carpa de las mismas dimensiones y confiamos que ya habrían testeado el lugar. No lo pensamos demasiado, desarmamos los bultos y comenzamos la tarea del armado de Sonoto 1. La veníamos armando sincronizadamente con Chachito, ya que lo habíamos practicado bastante; desplegado, armado de hierros fue perfecto, el problema real fue al querer estirar las riendas; parecía a propósito, la briza soplaba mas fuerte y nos despegaba el amarre!. Por suerte había llevado el cemento de contacto; reparaba, volvía a intentarlo, otra vez se despegaba; así luego de la tercera consecutiva, intentamos del lado opuesto a que soplaba el viento; logramos amarrarla a las tres estacas del lado derecho y volvimos a intentar del otro ángulo!. Ya había entrado en pánico!, llevábamos 2 horas intentando armarla, se estaba terminando el pomo de cemento; el Bicho empezó a protestar: _Paco y la reputamadre, no trajiste otra cosa para pegarlo?. _No trajiste una aguja con hilo?. _Noooo!. Le contesté, ya mi buen humor se había disipado, no por culpa de los insultos; era mi orgullo el ofendido!. Cachito me miraba, se reía y agarrándose la cabeza dijo: _Paco, Paco y ahora que mierda hacemos?. Respiré hondo e improvisé: _No se, yo voy al baño y esperemos que pare el viento!. Había unos pocos metros hasta los sanitarios, obviamente me iba insultando solo por darle rienda suelta a mi ego y meterme en semejante aventura!; y vaya a saber porque designio del destino o ángel de la guarda de malditos acampantes, paró el viento y volvió asomar el sol!. Cuando volví, estaban los dos echados en el césped; sin emitir sonido amarré las sogas a las estacas del lado izquierdo, tensé un poco las del derecho y dije suspirando hondo: _Ya está!. Nadie dijo nada, solo nos apuramos a meter los bolsos, como si el barco zarpara sin demoras y nos echamos a dormir dentro del Motel Sonoto 1; ya había notado que el sol daba de lleno en la carpa, pues erramos la ubicación de la sombra; pero no era momento de ponerme a direccionarla, sin terminar a los golpes con mis compañeros!.

Los Vacunáo